Reconstrucción de las actividades operativas y transacciones contables.
Los estados financieros se rigen por una serie de normas
o principios que delimitan la forma de expresar toda la información que se
genera día a día en una empresa, que va desde el dinero que aportan los socios
para iniciar las operaciones de una empresa hasta las compras de mercancía a
crédito o pago en efectivo a los proveedores.
Todo ese conjunto de datos se conoce como la información contable de una empresa que tiene que seguir ciertos requisitos de forma y fondo antes de poder presentarse de forma íntegra en los estados financieros. Sería muy conveniente que los administradores de las empresas pudieran presentar sólo la información que consideren pertinente, pero en la contabilidad todo tiene una razón de ser y la información contable está regida por las Normas de Información Financiera.
Se debe identificar, en primera estancia, lo que se conoce como el principio de entidad, es decir, la unidad identificable que realiza actividades económicas independientes, la cual cuenta con una identidad jurídica propia constituida por factores económicos, humanos, tecnológicos y que cumpla con los fines para los que fue creada. Es importante separar una entidad económica de sus propietarios u otras partes relacionadas, ya que como se dijo tiene una personalidad propia. Esta entidad realiza transacciones u operaciones que tienen un origen, es decir, una naturaleza, y todas sus partes tienen una relación correspondiente.
En otras palabras, toda operación tiene un origen, una partida que responde a la acción realizada y una contra partida que funciona como el efecto resultante de la acción. Veamos un ejemplo simple para entender este concepto:
Cuando una persona decide comprarse ropa, la adquiere y la guarda en su ropero, pero por ella tuvo que haber desembolsado cierta cantidad de dinero; la acción es la compra de la ropa y la reacción es la disminución de sus ahorros en el banco. Con las entidades económicas pasa exactamente lo mismo nada más que se desarrollan de una manera más compleja y estructurada.
Una empresa compra mercancías (la acción de adquirir dichos productos aumenta la cuenta de inventarios) a su proveedor y le paga con cheque (la reacción es la disminución de la cuenta de bancos por el pago al proveedor) y, en forma generalizada, así pasa con todas las operaciones de una entidad. Las NIF establecen los siguientes postulados básicos en cuanto a la presentación y elaboración de la información contable:
• Negocio en marcha.
La entidad económica se presume en existencia permanente, dentro de un horizonte de tiempo ilimitado, salvo en prueba de lo contrario.
• Devengación contable.
Efectos derivados de las transacciones contables de una unidad económica con otras deben reconocerse contablemente en su totalidad en el momento en que ocurren.
• Periodo contable. Los efectos derivados de las transacciones que lleva a cabo una entidad deben identificarse con un periodo determinado.
• Asociación de costos y gastos con ingresos.
Los costos y gastos de una entidad deben identificarse con el ingreso que generen en el mismo periodo.
• Dualidad económica.
La estructura financiera de una entidad económica está constituida por los recursos de los que dispone para la consecución de sus fines y por las fuentes para obtener dichos recursos.
• Consistencia.
Ante la existencia de operaciones similares en una entidad, debe corresponder un mismo tratamiento contable, el cual debe permanecer a través del tiempo.
Estos principios rigen la vida de toda empresa, así como todas las operaciones que realice. Por cada partida existe una contra partida que debe respaldar la operación que se está realizando. Se retomará el ejemplo de la compra de mercancías pagadas en efectivo a un proveedor.
El asiento contable quedaría de la siguiente manera:
Inventarios $ 100
Bancos $100
Si la compra hubiera sido a crédito, entonces quedaría de la siguiente manera:
Inventarios $100
Proveedores $100
De esta forma es como se genera la información contable de una empresa.
Su expresión se realiza a través de los estados financieros, de los cuales podemos identificar cuatro principales:
• Balance general.
Lista de activos, pasivos y capital contable en una fecha específica, por lo regular al cierre del último día del mes o un año.
• Estado de resultados.
Resumen de ingresos y gastos de un periodo especifico.
• Estado de capital contable.
Resumen de cambios en el capital contable ocurridos durante un periodo en específico.
• Estado de orígenes y aplicaciones.
Resumen del efectivo recibido y pagado durante un periodo en específico.
Generalmente, todas las transacciones de una empresa están identificadas por rubros generales conocidos como partidas o cuentas; el grupo de cuentas dentro de una empresa se denomina libro de mayor y a las listas del libro de mayor se les conoce como catálogo de cuentas o el listado, en donde aparecen todas las cuentas y rubros de las transacciones que realiza la empresa.
En forma general, existen tres grandes clasificaciones de cuentas:
• Activo.
Consistente en todos los recursos con los que cuenta una empresa pueden ser tangibles o intangibles, es decir, bienes (efectivo, mercancías, equipo, terrenos) o derechos (deuda de clientes o deudores diversos).
• Pasivo.
Se conforma de las deudas y obligaciones que la empresa tiene con otras entidades o personas ajenas.
• Capital contable.
Es el derecho que tienen los propietarios o accionistas sobre los bienes o activos de la empresa y sus derechos se ven representa- dos según las aportaciones que entraron a la empresa.
Todo ese conjunto de datos se conoce como la información contable de una empresa que tiene que seguir ciertos requisitos de forma y fondo antes de poder presentarse de forma íntegra en los estados financieros. Sería muy conveniente que los administradores de las empresas pudieran presentar sólo la información que consideren pertinente, pero en la contabilidad todo tiene una razón de ser y la información contable está regida por las Normas de Información Financiera.
Se debe identificar, en primera estancia, lo que se conoce como el principio de entidad, es decir, la unidad identificable que realiza actividades económicas independientes, la cual cuenta con una identidad jurídica propia constituida por factores económicos, humanos, tecnológicos y que cumpla con los fines para los que fue creada. Es importante separar una entidad económica de sus propietarios u otras partes relacionadas, ya que como se dijo tiene una personalidad propia. Esta entidad realiza transacciones u operaciones que tienen un origen, es decir, una naturaleza, y todas sus partes tienen una relación correspondiente.
En otras palabras, toda operación tiene un origen, una partida que responde a la acción realizada y una contra partida que funciona como el efecto resultante de la acción. Veamos un ejemplo simple para entender este concepto:
Cuando una persona decide comprarse ropa, la adquiere y la guarda en su ropero, pero por ella tuvo que haber desembolsado cierta cantidad de dinero; la acción es la compra de la ropa y la reacción es la disminución de sus ahorros en el banco. Con las entidades económicas pasa exactamente lo mismo nada más que se desarrollan de una manera más compleja y estructurada.
Una empresa compra mercancías (la acción de adquirir dichos productos aumenta la cuenta de inventarios) a su proveedor y le paga con cheque (la reacción es la disminución de la cuenta de bancos por el pago al proveedor) y, en forma generalizada, así pasa con todas las operaciones de una entidad. Las NIF establecen los siguientes postulados básicos en cuanto a la presentación y elaboración de la información contable:
• Negocio en marcha.
La entidad económica se presume en existencia permanente, dentro de un horizonte de tiempo ilimitado, salvo en prueba de lo contrario.
• Devengación contable.
Efectos derivados de las transacciones contables de una unidad económica con otras deben reconocerse contablemente en su totalidad en el momento en que ocurren.
• Periodo contable. Los efectos derivados de las transacciones que lleva a cabo una entidad deben identificarse con un periodo determinado.
• Asociación de costos y gastos con ingresos.
Los costos y gastos de una entidad deben identificarse con el ingreso que generen en el mismo periodo.
• Dualidad económica.
La estructura financiera de una entidad económica está constituida por los recursos de los que dispone para la consecución de sus fines y por las fuentes para obtener dichos recursos.
• Consistencia.
Ante la existencia de operaciones similares en una entidad, debe corresponder un mismo tratamiento contable, el cual debe permanecer a través del tiempo.
Estos principios rigen la vida de toda empresa, así como todas las operaciones que realice. Por cada partida existe una contra partida que debe respaldar la operación que se está realizando. Se retomará el ejemplo de la compra de mercancías pagadas en efectivo a un proveedor.
El asiento contable quedaría de la siguiente manera:
Inventarios $ 100
Bancos $100
Si la compra hubiera sido a crédito, entonces quedaría de la siguiente manera:
Inventarios $100
Proveedores $100
De esta forma es como se genera la información contable de una empresa.
Su expresión se realiza a través de los estados financieros, de los cuales podemos identificar cuatro principales:
• Balance general.
Lista de activos, pasivos y capital contable en una fecha específica, por lo regular al cierre del último día del mes o un año.
• Estado de resultados.
Resumen de ingresos y gastos de un periodo especifico.
• Estado de capital contable.
Resumen de cambios en el capital contable ocurridos durante un periodo en específico.
• Estado de orígenes y aplicaciones.
Resumen del efectivo recibido y pagado durante un periodo en específico.
Generalmente, todas las transacciones de una empresa están identificadas por rubros generales conocidos como partidas o cuentas; el grupo de cuentas dentro de una empresa se denomina libro de mayor y a las listas del libro de mayor se les conoce como catálogo de cuentas o el listado, en donde aparecen todas las cuentas y rubros de las transacciones que realiza la empresa.
En forma general, existen tres grandes clasificaciones de cuentas:
• Activo.
Consistente en todos los recursos con los que cuenta una empresa pueden ser tangibles o intangibles, es decir, bienes (efectivo, mercancías, equipo, terrenos) o derechos (deuda de clientes o deudores diversos).
Se conforma de las deudas y obligaciones que la empresa tiene con otras entidades o personas ajenas.
• Capital contable.
Es el derecho que tienen los propietarios o accionistas sobre los bienes o activos de la empresa y sus derechos se ven representa- dos según las aportaciones que entraron a la empresa.
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