Factoraje financiero.
El Factoraje Financiero consiste en la adquisición por parte de la empresa de factoraje de derechos de crédito provenientes de ventas de bienes inmuebles, de prestación de servicios o de realización de obras que el cliente o empresa tenga a su favor por un precio determinado.
Es una transacción en la cual una empresa vende sus cuentas por cobrar, o facturas, a una compañía financiera comercial tercera, también conocida como un "factor."
¿Para que sirve?
El Factoraje Financiero se puede utilizar como un medio para obtener capital de trabajo, inclusive este puede ser de manera recurrente.
Se agiliza la recuperación de las cuentas por cobrar, reduciendo el apalancamiento financiero, recortando el ciclo operativo de la empresa e impulsando y haciendo más eficiente las áreas de crédito y cobranza de las empresas.
Empresas de Factoraje Financiero:
Es una transacción en la cual una empresa vende sus cuentas por cobrar, o facturas, a una compañía financiera comercial tercera, también conocida como un "factor."
¿Para que sirve?
El Factoraje Financiero se puede utilizar como un medio para obtener capital de trabajo, inclusive este puede ser de manera recurrente.
Se agiliza la recuperación de las cuentas por cobrar, reduciendo el apalancamiento financiero, recortando el ciclo operativo de la empresa e impulsando y haciendo más eficiente las áreas de crédito y cobranza de las empresas.
En el factoraje suelen participar tres partes:
Vendedor, cliente o cedente.
Empresa de factoraje, factor o cesionario.
Deudor o cedido.
Empresas de Factoraje Financiero:
-HSBC México.
-Arrendadora y Factor Banorte.
-Banco Interacciones.
-BBVA Bancomer.
-Banco Santander.
-Banco Nacional de México.
Ejemplo Factoraje: (Una empresa de refrescos)
Antonio es un empresario que desarrolla su actividad de negocio a través de una compañía de refrescos. El Restaurante La Flor compra a Antonio varias cajas de refrescos por importe de 5.000 euros que le paga en facturas a 90 días, pero Antonio necesita cobrarlas antes de ese plazo para poder seguir haciendo frente a los gastos derivados de su trabajo.
En este caso, Antonio podría recurrir al factoraje con notificación para solucionar su situación: él se convertiría en ‘cedente’ –término que designa al cliente que recurre al factoraje–, considerándose como ‘deudor’ al restaurante. Sería ahora cuando entra en juego un tercer actor: el ‘factor’. Esta palabra define al banco, caja de ahorro o Establecimiento Financiero de Crédito (E.F.C.) que presta los servicios de factoraje a Antonio.
Así las cosas, si Antonio firma un acuerdo de factoraje con su banco de confianza, el banco le pagaría el importe de la factura emitida al ‘deudor’ –en nuestro ejemplo, los 5.000 euros que le debe el Restaurante La Flor–. Pero el banco no ingresaría a Antonio la totalidad de los 5.000 euros: puesto que se entiende que la entidad financiera asume un importante riesgo de impago, le descontará un porcentaje previamente estipulado –imaginemos que, en nuestro caso, es del 3%–.
Con estas cifras, el banco ingresará a la cuenta de Antonio un total de 4.850 euros.
5.000 x 3 = 15.000
15.000 / 100 = 150
5.000 – 150 = 4.850 euros le paga el banco a Antonio tras descontar de los 5.000 euros el 3% acordado.
Antonio no ingresa la totalidad de la factura adeudada por el Restaurante La Flor, pero se asegura disponer de liquidez para seguir haciendo frente a los pagos derivados de su actividad.
Después, cuando pasen los 90 días estipulados para el cobro de la factura, el restaurante pagará la totalidad de los 5.000 euros al banco –ya que se trataba de un caso de factoraje con notificación–. El banco habrá ganado 150 euros, pero Antonio habrá conseguido liquidez sin tener que esperar 3 meses al cobro de la factura.
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